"Los girasoles ciegos", el duro rostro de la represión franquista

El concordato franquista, la represión y los abusos sexuales por parte de la Iglesia son algunos de los alicientes que te da "los girasoles ciegos" para meterte dentro de la piel de una familia republicana en la postguerra. Un largometraje para todos los aficionados al cine histórico que no dejará indiferente a nadie.

Los girasoles ciegos es una novela de Alberto Méndez compuesta por cuatro relatos: "Si el corazón pensara dejaría de latir", "Manuscrito encontrado en el olvido", "El idioma de los muertos" y "Los girasoles ciegos". Fue publicada en 2004 y está ambientada en la Guerra Civil Española. Ha inspirado la película homónima dirigida por José Luis Cuerda, con guion de Rafael Azcona y del mismo José Luis Cuerda.

Narra una historia basada en la realidad de la postguerra que se vivía en la montaña Gallega, más concretamente en Ourense. Es la historia de una familia "roja" que vive como muchas otras reprimida y obligadas al exilio, puesto que el castigo por el gobierno Franquista simplemente por tener una ideología contraria a su mandato fascista era ampliamente peor. Además en el seno de la familia había activistas antifascistas como Ricardo mazo, que es el padre de familia, o Eulalio Peciña que es un cantautor comunista. Ambos, perseguidos por la dictadura, refugiados con el resto de la familia hasta que este último decide cruzar la frontera a Portugal.

Elena López y Lorenzo mazo, la madre de familia e hijo pequeño son los únicos miembros de la familia que no está perseguida ya que deciden empezar una nueva vida fingiendo la desaparición de Ricardo y Eulalio e intentando deshacerse de cualquier relación que pudieran tener con ellos para dar las mínimas sospechas posibles, no obstante Ricardo continúa viviendo con ellos en casa en una habitación secreta. Pero en el pequeño pueblo donde comienzan a vivir coinciden con Salvador, un cura redestinado a aquel pueblo tras varios escándalos en su anterior seminario.

La película trata sobre la situación de España en aquel momento y las relaciones entre el estado franquista y la Iglesia, que históricamente siempre han puesto de manifiesto unos lazos de amistad que han mantenido año tras año. Además de la relación Estado-Iglesia también trata un tema muy mediático y escandaloso del que se siguen dando casos y preocupando. Claro está que la Iglesia mantenía un estatus superior al pueblo obrero y una estrecha relación con la guardia civil, con lo que la impunidad legal era uno de los privilegios con los que contaban, quizás por ello Salvador cesó de reprimir sus impulsos sexuales y se obsesiona con Elena a la que persigue por todos los medios legales hasta que le puede su instinto primario alejado de los "valores" cristianos y amparado por su ventaja social acaba por intentar forzar a su "Afrodita". Finalmente Ricardo acude en ayuda de su mujer descubriéndose así ante Salvador, con lo que ya no podía seguir huyendo y acaba con su propia vida.

Esta novela o largometraje tiene un claro componente de denuncia hacia la sociedad del momento, que no es el mismo contexto que el actual. No obstante a parte de otros instrumentos, hay alguno como la Iglesia católica que continúa teniendo cabida en el contexto histórico actual y que arrastra un pasado que podemos denominar oscuro. Pero como se puede observar en la película se vivía en un Nacionalcatolicismo del que quizás no quede el "Nacional" pero sí el "catolicismo", con lo que aunque el período franquista acabó lo que no se ha disuelto y sigue teniendo mucha visibilidad y mucha influencia es la Iglesia católica, claramente con intereses fascistas de los que pudieron vivir muchos años.

Todos los aspectos de la vida estaban controlados por un mismo núcleo: Franco y Dios. En las escuelas, en la calle, en los centros de trabajo, en el ocio...había que mostrar pleitesía, en las escuelas la educación era puramente católica con la visión del creacionismo como único modelo, aparte del canto del "Cara al sol" como rutina diaria y la obligación de la mujer frente al hombre. Elena por todos los medios evita el acercamiento del cura Salvador pero se ve imposibilitada al rechazo total ya que la mujer no tenía esa potestad ante él, por su condición de hombre y religioso. De nuevo se ve la doble opresión Iglesia-Estado, en este caso sobre la mujer que sufre además la opresión por su condición de mujer, que debe ser sumisa ante el hombre.

No cabe duda que el director nos ha puesto en la piel de los caídos en la lucha contra el fascismo durante la guerra y la postguerra, y que ¡No dejaremos que sean olvidados!


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