Que no te la peguen el 20D: Podemos

Continuamos con esta serie especial de artículos que analizan los programas y propuestas para los jóvenes de los partidos políticos para este 20 de diciembre, día que se celebrarán las elecciones generales. Ahora le toca a Podemos.

Podemos es, sin lugar a dudas, uno de los partidos preferidos entre los jóvenes. De hecho, los jóvenes son el 27% del electorado de Podemos, el dato más alto entre los grandes partidos.

Pero, ¿tiene Podemos un programa político para estas elecciones generales que defienda los intereses de los jóvenes? A la fecha de redacción de este artículo (19 de noviembre) todavía no tenemos el programa definitivo y, por lo tanto, no podemos dar una respuesta definitiva.

Pero los borradores, ejes programáticos e intervenciones de distintos líderes regionales de la formación sí parecen aportar indicios.

Como buen partido que acoge un discurso anti-establishment, Podemos centra su programa (o, al menos, los borradores a los que hemos podido acceder) en la lucha contra la corrupción y en quitarles poder a "ellos" para dárnoslo a "nosotros". Este, que es el grueso del programa de Podemos y sus medidas estrellas, no es un tema en el que los jóvenes tengan relevancia. Ya no entramos a cuestionar quiénes son quienes van a acceder a las instituciones o las consecuencias prácticas que van a tener estos cambios anti corrupción en la vida diaria sino que, como está demostrado, la edad media para acceder a un cargo político importante es bastante elevada (en 2008, la edad media de los diputados era de 49 años) y los jóvenes son los más desconectados de la política. Por lo tanto, las medidas estrella de Podemos, "limpiar" las instituciones, no tocan, ni de lejos, a los jóvenes.

El borrador conocido a finales de octubre de 2015 sí tenía algunas referencias a políticas para jóvenes pero de refilón. Primero, proponen la derogación de la LOMCE y la introducción de una asignatura denominada "Inteligencia Emocional" en la ESO. No se menciona qué modelo educativo se va a implementar al derogar la LOMCE. No se cuestiona, tampoco, la situación de saturación que sufren las FP y la falta de medios de los institutos. Ni la situación de elitización de la universidad. En vez de acudir a la raíz del problema, a cuestiones materiales y su segregación posterior por clases sociales, se introduce una asignatura con valores abstractos y sumamente intelectuales.

Además se propone la escolarización obligatoria entre 0 y 3 años. Es cierto que la educación desde temprana edad parece ser más efectiva para paliar las desigualdades que otras medidas pero, sin embargo, propuestas como éstas sólo mitigan las consecuencias de las diferencias sociales y no van a la raíz que las crea.

Además y dentro del bloque de medidas para la igualdad de género Podemos propone ayudas para contratar a padres y madres jóvenes. Es curioso, primero, que no exista un bloque de medidas para jóvenes y que, además, al hablar de empleo sólo aparezcan medidas para padres y madres jóvenes y no para los jóvenes en general.

Aunque la propuesta no aparece más detallada parece ser que Podemos apuesta porque se derive dinero público en forma de ayudas a las empresas que contraten. Es decir, dar dinero a las empresas para que les salga más barato contratar a un joven con hijos. En definitiva, seguir alimentando la lógica del capitalismo: que se contrate al trabajador más barato, al más rentable. En vez de proteger a los trabajadores, especialmente jóvenes y especialmente aquellos con hijos, con fuertes sanciones a quienes intenten despedirlos o eviten contratarlos, Podemos propone dar dinero a las empresas "que se porten bien".


 

Ana Escauriaza es Subdirectora de Opinión de Tinta Roja

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