La represión no pasará

Tinta Roja Nº18 - Primavera de 2012
Órgano del expresión de los CJC

Ramón Fernández

Absolución para Xavi, Albert y Juanjo

El 1 de Diciembre en el juzgado 19 del Penal de Barcelona, Xavi, Albert y Juanjo se enfrentaron a un juicio farsa bajo la acusación de atentado, agresión a la autoridad con agravante de violencia y desorden público por lo cual les pedían 3 años y 10 meses de prisión.

Éste era el culmen de un largo proceso que empezaba el 11 de Noviembre de2007 en Madrid cuando el joven antifascista Carlos Palomino fue asesinado a manos de Josué Estébanez, neonazi y militar del ejército español. Carlos, como tantos otros antifascistas, se dirigía a impedir una manifestación convocada por el partido fascista Democracia Nacional cuando recibió una puñalada en el corazón. Esta manifestación permitida por las autoridades no pretendía otra cosa que encender las brasas hueras del racismo y la xenofobia en uno de los barrios con mayor población inmigrante.

La reacción no se hizo esperar, diversas organizaciones antifascistas salieron a la calle exigiendo que el peso de la justicia cayera sobre el asesino de Carlos y el fin de la permisividad con los grupos fascistas. Al igual que en todo el Estado, la movilización popular también se dio en Barcelona donde los mossos d’esquadra no tardaron en cargar con alarmante violencia contra aquellos que legítimamente luchaban para pararles los pies a los criminales fascistas.

Es también importante destacar la presencia de no pocos provocadores policiales dentro de la manifestación, así como de algún grupúsculo de elementos izquierdistas que, pese a una subjetividad diferente, objetivamente contribuyen al aislamiento del antifascismo de las masas y a la represión del movimiento obrero y popular.

Mediante un montaje policial, Xavi, Albert y Juanjo fueron acusados de los cargos que se les imputan. La versión policial fue variando desde las alucinadas afirmaciones de que fueron identificados como los instigadores de la preparación de barricadas o como los coordinadores de los ataques contra la policía. Incluso se hizo un amago de llevar el caso a la Audiencia Nacional.

Ante esta ignominia, la solidaridad no se hizo esperar tanto a nivel estatal como internacional. El PCPE y los CJC impulsamos diversas campañas de solidaridad organizada porque la historia nos ha enseñado que no podemos esperar ningún tipo de magnanimidad por parte del Estado, que en primer y último término tan solo está para garantizar la perpetuación de la explotación de la clase obrera por parte de un puñado de sátrapas burgueses. Y es que es esa misma burguesía la que no duda en recurrir al fascismo y al terrorismo con tal de cumplir el objetivo de impedir a la clase obrera el asaltar el cielo.

Mientras el Estado burgués demuestra total permisividad para los que en definitiva son sus más leales perros de presa, allá donde el antifascismo se expresa, las voces se callan con palos.

Aún pendientes de sentencia, los CJC podemos afirmar que solo una correlación de fuerzas positiva al movimiento popular podrá parar la represión contra los comunistas, el ariete definitivo que tiene la clase obrera contra el capitalismo.

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