La desmotivación, mal estar y desmoralización generalizada entre quienes trabajan en el mantenimiento del sector aéreo, debido a los masivos recortes y los nuevos modelos de competencias impuestos por la patronal, pueden traer a la larga trágicas consecuencias para la seguridad de quienes usan estos servicios.
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Soy trabajador de IBERIA con la función de TMA (Técnico de mantenimiento de aeronaves), y llevo un tiempo preocupado por todos los acontecimientos que están produciéndose rápida e implacablemente en mi entorno de trabajo, provocando en mí y todos mis compañeros de trabajo un profundo desinterés y abatimiento que se reflejan inevitablemente en nuestras funciones diarias.
Con este modelo propuesto por la patronal, se nos encajona y limita en niveles de competencia sin criterios objetivos. Se corre el peligro de desprofesionalizarnos con continuos y arbitrarios cambios de áreas, y se nos desmotiva totalmente por exigirnos una polivalencia absoluta de especialidades y áreas, sin ninguna compensación a las mismas y sin garantías de futuro.
La compañía pretende que seamos TMA multipolivalentes y mega productivos del siglo XXI, manteniendo un convenio del pasado siglo, que está por debajo en la valoración de los TMA, en comparación de las compañías del mercado de mantenimiento y sin garantizar el empleo.
A todo lo anterior hay que sumar las congelaciones salariales y la notable merma en los derechos laborales adquiridos durante años atrás (de los cuales no me pongo a explicar ni a enumerar porque necesitaría bastantes páginas), y que se han efectuado de un plumazo en menos de un año.
Con todo este tutifruti, un servidor tiene que intentar motivarse para no caer en depresión e intentar hacer su trabajo lo mejor posible, aun así ya se empiezan a ver los primeros resultados negativos de los cambios.
En mi entorno de trabajo , en los últimos dos meses ha habido más errores humanos en porcentaje, que en los dos últimos años juntos, felizmente se han solucionado antes de salir del taller, pero eso puede que no siempre se cumpla y tengamos que lamentarlo todos y todas.
Es posible que no sirva de nada que yo comente todo esto, e incluso esté echando piedras sobre mi tejado por decirlo, pero creo que debo proceder así y que es lo correcto.
