Es la oligarquía quien hace la campaña electoral a Podemos

El control absoluto de los medios de comunicación de masas por parte del bloque oligárquico-burgués constituye una de sus más eficaces armas de dominación ideológica. Conociendo esto, a cualquiera le resulta curioso como fuerzas políticas que se presentan como alternativa al poder establecido – "Podemos" o IU – acaparan en muchos casos los medios de comunicación de dicho poder, sirviendo estos como soporte de sus campañas e incluso como pilar fundamental de su propaganda.

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Hemos observado cómo durante los últimos años la presencia de Pablo Iglesias en los medios de comunicación crecía de forma exponencial para pasar a convertirse en un elemento perenne de los programas de tertulia política y los noticiarios. Desde la revelación de su intención de presentarse a las elecciones del Parlamento Europeo constituyendo la fuerza política "Podemos", esta presencia asidua en los medios de comunicación se incrementó hasta prácticamente gozar de un espacio diario en las diferentes emisoras antes de las elecciones. Este factor, sumado a la campaña realizada por internet (sus videos aparecían recomendados en YouTube y en las redes sociales era omnipresente), supuso una excelente vía de propaganda para Iglesias y su agrupación política, que les garantizó un sorprendente éxito electoral.

Entendiendo que los medios de comunicación de masas están bajo el exhaustivo control de la burguesía y sus monopolios, ¿cómo pueden permitir (o apoyar) la campaña electoral de una fuerza política supuestamente enemiga?

La respuesta a esta pregunta resulta sencilla si analizamos y entendemos la naturaleza de Pablo Iglesias y "Podemos" y la coyuntura particular española.

"Podemos" irrumpe en el panorama político español en un contexto de crisis económica estructural del capitalismo que golpea con especial virulencia en España. Rápidamente, las fuerzas políticas mayoritarias comienzan a aplicar, con mayor o menor descaro, los paquetes de reformas dictados por los monopolios europeos y que, en todos los casos, se manifiestan en destrucción de puestos de trabajo y aumento de la explotación de los trabajadores. Incluso en municipios o comunidades donde fuerzas políticas como IU forman gobierno, estas medidas antiobreras son en muchos casos aplicadas sin titubear y, en otros, inexorablemente promovidas debido al amparo del poder judicial, demostrando de forma elocuente la relación entre el capital y los gobiernos que actúan inherentemente como gestores del mismo.

Pablo Iglesias se presenta paulatinamente en este contexto como la alternativa a la "izquierda tradicional" con un discurso en apariencia radical y antisistema. Emplea términos ambiguos y utiliza eficazmente las reivindicaciones más concretas, pero la permisividad de los monopolios ante su propaganda y su presencia permanente en sus medios nos lleva a deducir que no supone ningún problema para el bloque oligárquico-burgués, más bien constituye un alivio para el capital ya que ante la brutal ofensiva contra los derechos de los trabajadores que la crisis ha acogido aflora una vez más la manifiesta y apremiante necesidad de la de organización y la lucha obrera, y es aquí donde entra "Podemos" como alternativa.

Ya lo hemos visto en Grecia con Syriza, a quienes Pablo Iglesias ha tomado como referentes. Una fuerza política que se plantea como "izquierda radical" y logra en los comicios un éxito inesperado aglutinando los votos de la izquierda descontenta con otras fuerzas, un discurso populista y retórico que no determina sus objetivos más allá de lo que unos sectores populares al borde del colapso está deseando oír (sobre todo una pequeña burguesía en proceso de proletarización) y una presencia permanente en los medios de la burguesía. Tras esta fachada no podemos encontrar más que otra fuerza oportunista deseosa de gestionar el capitalismo en el que se mueve y del que se nutre, ofreciéndole a la burguesía una más que oportuna válvula de escape de la presión obrera que de otra forma hubiese optado en gran medida por fuerzas políticas revolucionarias como el KKE. La negativa de Syriza de romper con la UE, la OTAN o el Euro, materializaciones del poder de los monopolios, y una política de reformismo descafeinado, va en paralelismo al programa político de "Podemos".

En España la situación es parecida y hemos visto en las elecciones al Parlamento Europeo, en las pautas seguidas por "Podemos" y en su programa político un preludio del panorama de las próximas elecciones generales. La presencia de los portavoces de "Podemos" en los medios sigue siendo constante y las pautas probablemente se vuelvan a repetir. La burguesía española necesita presentar una alternativa a los obreros, que necesariamente y debido a las brutales agresiones contra sus derechos, se ven más atraídos hacia formas de organización y lucha revolucionarias. La burguesía, consciente de la inocuidad de la fórmula política de "Podemos", no dudará una vez más en permitir su presencia regular en sus medios, que con total seguridad volverán a constituir un pilar fundamental de su campaña.


César Rodríguez Lodares es miembro del Comité de Redacción de Tinta Roja.

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