Qué poner en el Curriculum Vitae

Estamos ante el comienzo del verano, en esta época crecen nuestras posibilidades de encontrar trabajo debido a los empleos temporales que surgen. Estos empleos son especialmente llamativos para aquellos jóvenes que están estudiando pero necesitan aprovechar estos meses para poder tener algunos ahorros o para aquellos jóvenes que han finalizado sus estudios y quieren incorporarse al mercado laboral. Para optar a estos empleos tenemos que pasar por un paso previo, la entrevista de trabajo y para poder llegar a esta fase tenemos que tener un curriculum vitae que llame la atención del seleccionador.

Ante una situación de alto desempleo juvenil, con una tasa del 47% de desempleo entre los menores de 35 años los jóvenes, tenemos una gran dificultad a la hora de acceder al mercado laboral. La lógica nos diría que una vez finalizado los estudios podamos pasar al mundo laboral en alguna empresa en la que poder aplicar los conocimientos adquiridos, pero esto no es una realidad. En vez de ellos nos encontramos con altas tasas de desempleo, en las que nos vemos obligados a aceptar contratos en prácticas, trabajos con baja remuneración salarial, condiciones cada día más precarias y empleos que no se corresponden con nuestra cualificación.

Para poder conseguir nuestro primer empleo hemos de pasar por una fase anterior, la entrevista de trabajo. Para ello es esencial presentar un curriculum vitae que llame la atención del empresario y nos permita pasar al proceso de selección. En definitiva el currículum vitae tiene que ser una hoja de características de la mercancía "trabajador", como un anuncio publicitario que tiene que llamar la atención para que se fijen en nuestro perfil y nos permitan obtener un puesto de trabajo.

Cuando redactamos el currículum vitae nos pueden surgir muchas dudas, especialmente para aquellos jóvenes que se enfrentan a su primer empleo. ¿Cómo empiezo a redactarlo? ¿Qué tipo de currículum elaboro? ¿Qué información pongo? ¿Cómo lo estructuro?... Este artículo tratará de resolver ciertas dudas.

Por ejemplo: ¿qué hay que poner en un CV?

Existen diferentes formas de presentarlo pero teniendo en cuenta que es un documento que trata de resumir los datos y la experiencia de una persona debemos incluir nuestros datos personales, deben aparecer destacados y en un lugar bien visible, la formación que tengamos dando el nombre de la titulación, en qué centro fue realizado así como las fechas. Otro aspecto que incluir debe ser la experiencia laboral en caso de que la tengamos o en su defecto incluir si hemos realizado prácticas explicando las funciones que realizábamos dentro de la empresa. Otro apartado valorable en los currículum son los idiomas que tengamos y por último podemos crear un apartado con el nombre de otros en el que incluir otros datos que puedan ser de interés, como pueden ser permiso de conducir, si tenemos inconveniencia en cambiar nuestro lugar de residencia, limitación de horarios...

Una vez tengamos todos los datos necesarios para poder redactarlo llegamos a otra dificultad: ¿Cómo hay que ordenarlo?

Una misma información se puede organizar de formas muy diferentes. Dependiendo de la estructura que elijamos estaremos dando más importancia a unos aspectos y no a otros, eso es vital para aquellos sin experiencia laboral, ya que en este caso deberemos de priorizar otros aspectos en el currículum.

Dependiendo de la forma en cómo hayamos organizado la información los currículum se clasifican en tres tipos: cronológico, funcional y el mixto.

El cronológico organiza la información partiendo de los logros más antiguos y llegando hasta los más recientes. Esto permite al selector conocer la evolución profesional, pero no siempre facilita el objetivo fundamental que es conseguir una entrevista personal. Esto se debe a que la trayectoria profesional no siempre va en sentido ascendente en cuanto a los logros, debido a la alta tasa de paro y precariedad laboral nos vemos obligados a aceptar empleos en los que no tienen que ir de la mano de nuestra cualificación profesional y con altos periodos de desempleo.

El currículum funcional en cambio, distribuye la información por temas, de esta forma permite proporcionar un conocimiento rápido de la formación y experiencia. Al no ser cronológico nos permite seleccionar los puntos positivos, destacar habilidades y logros, al tiempo que podemos omitir los no deseados, como pueden ser los periodos de paro o cambios frecuentes de trabajo.

Por último nos encontramos al currículum mixto, es una mezcla entre el cronológico y funcional. Se organiza como el funcional, por áreas temáticas para organizarse después en el tiempo. La ventaja de este modelo es que permite destacar las habilidades que se tiene al tiempo que se refleja la experiencia y la formación.

Una vez explicados los diferentes tipos de currículum que hay se nos abre otra pregunta: ¿Cuál me conviene más si no cuento con experiencia laboral?

En estos casos tendremos que destacar otros aspectos como la formación, experiencia en prácticas... siempre teniendo en cuenta lo que busca la empresa, intereses laborales, cualidades personales. Es decir, debemos adaptar nuestro currículum a las características que necesita la empresa, recordar como habíamos dicho anteriormente el currículum funciona como una hoja que trata de vender una mercancía, que en esto caso somos nosotros y cuanto más llamativo parezca más facilidades tendremos de poder obtener una entrevista.

06072015

AddThis Social Bookmark Button